miércoles, 10 de diciembre de 2008

¿SERA POSIBLE LA DESCENTRALIZACIÓN?



En oportunidad anterior tratamos aspectos genéricos relacionados con el tema de la regionalización, de manera tal que expresamos que las regiones son producto de un largo proceso histórico durante el cual los hombres a través de la actividad instrumental del trabajo han ido creando cultura, dentro de un determinado ámbito geográfico, enfrentando a la naturaleza de acuerdo a sus características y modificándola para ponerla al servicio de sus necesidades, en confrontación permanente con otros grupos sociales.

Como bien se puede apreciar la región más que un concepto es un hecho histórico, de ahí que es vista de manera diferente, como concepto de análisis y estudio, y como instrumento de planificación para el desarrollo.

Para el primer caso corresponde a un objetivo de investigación científico social, es producto y estudio de las diferentes realidades regionales –sea geográfica o económica-, que tienen como propósito fundamental llegar al origen de ellas, así como inferir su proceso de evolución. Es decir tal y cual son concretamente.

En cuanto se refiere a la región como instrumento de planificación, encontramos que dentro esta concepción están quienes la instrumentalizan, encuadrándola dentro de un rol en un proceso de desarrollo y en función a su vocación, potencial, especialización y características propias, obviamente todo esto contextualizado en un modelo económico.

Si pretendemos integrar ambas concepciones hallamos un aspecto común: la economía como aquella que da origen y forma a las regiones, la discrepancia la encontramos en el hecho de que los planificadores no toman siempre en cuenta la condición humana del hombre y pretenden someterlo a esquemas rígidos.

Mas el problema no sólo es el que ofrecen los planificadores, sino fundamentalmente aquellos que asumen su rol sin conocerlo, los responsables políticos de la demarcación geo-política del territorio nacional, que ha sido efectuada siempre en función a intereses económicos, sociales y políticos.

Lo ideal debería ser, como expresa el huanuqueño Diódoro Acosta Villar en su obra “La Municipalidad y los Gobiernos locales”, que se considere a la regionalización no solamente como un proceso de nueva demarcación geo-política, sino que lleve consigo elementos fundamentales para el desarrollo.

Pero junto con este criterio es necesario elucubrar y preguntarnos ¿ Qué clase de desarrollo queremos?.

La propuesta neoliberal ofrece “la difusión de los efectos del aparato productivo y del mercado …”( Friedmann) , proyectando el crecimiento regional a través de la localización de empresas provenientes de la principal instaladas en el centro regional, es decir de sucursales para el consumo. De esta manera se concibe el crecimiento de las regiones en términos desiguales, porque están garantizándose el fortalecimiento de centralismos regionales. Esa es la propuesta de las macro regiones.

La concepción democrática considera que el proceso de regionalización debe partir de las bases, para que sea el resultado de la propuesta y decisión soberana del pueblo en respuesta a una auténtica realidad regional. De este origen se va a proyectar el objetivo democrático de la descentralización.

Descentralización que debe ser comprendida como el ejercicio autónomo de la toma de decisiones de carácter político, económico, financiero y administrativo en un ámbito determinado, sin que ello signifique atentar contra la concepción unitaria del Estado; al contrario las regiones van a ir forjando la unidad nacional. Descentralización es unir la nación de abajo hacia arriba, no dividirla de arriba hacia abajo.

Descentralización que consiste en la transferencia de funciones y la correspondiente facultad de decisión en los aspectos políticos, económicos, financieros, administrativos, del centro a la periferia.

La descentralización política es responsabilidad de la ciudadanía, siempre que el Estado brinde los canales de participación democrática , y los partidos actúen con sinceridad en este rol, porque al margen de La Ley de Partidos, éstos siguen siendo organizaciones burocráticas con el poder caudillesco concentrado en Lima, donde se encuentra el más alto nivel de decisión partidaria. No es posible la descentralización con partidos centralistas.

La descentralización económica no se hace por decreto, en un país como el nuestro donde el gobierno apoya sin reservas la inversión extranjera y privada, es natural que los dueños de las economías que incursionen transitoriamente en las regiones administrativas creando polos de desarrollo eventual, van a mantener siempre su poder económico en el centro hegemónico. Mientras tanto los recursos naturales seguirán saliendo sin retorno del centro de la tierra, a cambio de migajas que no compensan en realidad el valor que se llevan, quienes son calificados por el gobierno como los “benefactores del país”.

La descentralización financiera es más remota aún, dependientes como somos de la finanza externa; aun más, cuando los gobiernos regionales están supeditados a la voluntad “gratificante” del poder de turno.

De esta manera siempre vamos a tener una política, una economía y una situación financiera dependientes, cada vez más dependientes, inclusive –reitero- las macro regiones nos van a producir una mayor dependencia regional, de esta manera cabría preguntarnos ¿ Sí será posible la descentralización?.