sábado, 8 de marzo de 2008

ERAN LEONAS DE VERDAD


El verano limeño desataba su furia canicular sobre febrero de 1954, cuando un grupo de jóvenes huanuqueñas arribaban a la Capital de la República, era el equipo de básquetbol femenino del Club León de Huánuco. Se instalaron en el antiguo local del Colegio Nacional Bartolomé Herrera, ubicado en la avenida Brasil.

La delegación estaba presidida por el Dr. Eloy Arriola Senisse; Secretario-Tesorero Sr. José Reyes Céspedes; entrenador el profesor Dante Favaratto y el profesor Augusto Shiggio como miembro del comando técnico y delegado.

Las equipistas: María del Socorro Tello, Hortensia Valdivieso, Elena Pérez, Ledda Ponce, Betty Alegría, Dora Otaegui, Nora Lazo y Melania Meza.
Damas de compañía las señoras María Cruz de Meza y Petronila de Ponce.

Habían llegado a jugar dos encuentros con equipos capitalinos, como premio de su institución por los campeonatos obtenidos durante tres años consecutivos en la Liga de Huánuco, superando a equipos de valía como el Santa Rosa, Banco de Crédito, Santa Clara, Ex –Alumnos .Ahora estaban frente a un reto mayor.

De pronto una ola informativa llenó de titulares las páginas deportivas de los diarios, anunciando que el equipo de básquetbol femenino del León de Huánuco venía a enfrentarse al Internacional Revólver y al Universitario de Deportes.

¡Qué tal osadía ¡ dirían unos, pero no, la presencia del equipo huanuqueño fue tomada con mucho cuidado por estos dos calificados quintetos capitalinos, que contaban en sus filas con jugadoras de trayectoria y muchas de ellas integrantes de la selección nacional.

Los titulares sorprendieron incluso a las mismas visitantes. “La Crónica” del 9 de febrero publicaba: “Debutará mañana en el court de Universitario de Deportes el representativo de básquet femenino León de Huánuco”. Subtitula: “Revólver y Universitario se han reforzado debidamente”. Aparecían varias fotografías de las equipistas.

“Nos trataban como internacionales ¡Imagínate! ¡ Reforzarse para jugar con nosotras! …” nos dice Elena Pérez en una entrevista. La gira se había convertido en un acontecimiento.

Hortensia Valdivieso el día del partido declara para un matutino: “Nuestro deseo es agradar al público, nosotros somos un club no un seleccionado”.

Ya se habían enterado que el primer encuentro se enfrentarían a un “Revólver reforzado hasta las uñas”, como anunciaba el vespertino “Ultima Hora”.

Y supieron como verdaderas leonas asumir la responsabilidad de la hora: “Nos sentimos más fuertes, la garra nos salía del corazón “, nos dice con viva emoción Elena recordando esos momentos.

Hasta que llegó el instante de enfrentar al Internacional Revólver, que inició las acciones con su equipo titular conformado por Olga Bobbio, Chabuca Nue, Virginia Nue, Elba Ochoa y Luzmila Guerra. En el segundo tiempo ingresaron los refuerzos del Terrazas e integrantes de la selección nacional Mile Vertikapa, Vicky León y Nelly Angulo.

Al día siguiente la crítica coincidió plenamente en el hecho de que las limeñas jugaron con dos equipos. Destacaron la actuación de Ledda Ponce y Lily Cuculiza, refuerzo espontáneo del equipo de se integró además con María del Socorro Tello, Hortensia Valdivieso y Elena Pérez.

La Prensa comentó: “Entraron las del Terrazas descansadas. El público protestó. León cayó honrosamente. Elena Pérez cayó desmayada al final como producto del tremendo esfuerzo”.

Al día siguiente los titulares espectaculares continuaron pese a la derrota de 31 a 14.

Los diarios no escatimaron elogios para este grupo de bravas muchachas. No sólo encomiaron su pundonor sino la capacidad técnica de sus integrantes. Sorprendió a la crítica especializada. “Las huanuqueñas no se dejaron pisar el poncho” decía uno, otro titulaba “Jugó como un león furioso”.

La Crónica anunciaba “León deberá probar esta noche su clase de campeón ante la “U”. La “U” sin refuerzos.

Así llegó el segundo encuentro. Ganó Universitario que presentó su equipo titular, pero sin refuerzos, integrado por las seleccionadas Ada Volpe y Silvia Gallegos, además de Elvira Farfán y Mabel Zúñiga.

Fue un partido de poder a poder. Cualquiera podía ganar. Al final se impuso el equipo crema. “La Crónica” titula: “Universitario se vio apurado ante el León ganando 29 a 23”. Luego comenta: León de Huánuco sacando garra, jugándose un gran partido, poniendo en trances difíciles al quinteto crema, que anoche se vio superado en muchos pasajes del partido … Huanuqueñas no ganaron por falta de experiencia … Elena Pérez mostró grandes condiciones lo mismo que Ledda Ponce”, llamada la “Mano de Oro”.

Esta embajada lejos de su terruño, con la presencia de sus paisanos, recordaba su tierra. La fiesta que se armó en una de las tribunas para bailar el huayco huanuqueño llenaba el corazón. La nostalgia se convirtió en energía de lucha en estas jóvenes huanuqueñas. Las leonas estaban sacando la garra por su pueblo, que seguía las incidencias a través de Pregón Deportivo, en la voz de Oscar Artacho, por Radio Central.

Sin lugar a dudas ha sido la más importante participación del básquetbol femenino huanuqueño, que registra la historia de este deporte en nuestro medio..

En primera instancia, por la trascendencia nacional que adquirió esta presentación en Lima, frente a quintetos de primer orden como lo fueron el Internacional Revólver y Universitario de Deportes.

También por el resultado de las confrontaciones que permitieron evaluar el buen nivel técnico de nuestro representativo, frente a conjuntos que presentaron sus mejores exponentes inclusive sus integrantes de la selección nacional. Sumando a esto el hecho de que tanto Elena Pérez como Ledda Ponce fueron voceadas como posibles convocadas al representativo nacional. Intereses centralistas se encargaron de bloquear esta importante iniciativa y sugerencia del técnico del seleccionado.

Lucíamos en ese momento un básquetbol de primera línea. El León podía haber jugado el torneo de la división superior de Lima, simplemente reforzándose con algunas jugadoras huanuqueñas como Eudocia Panduro y Bertha Fano de los registros del Banco de Crédito, antes del Santa Rosa, que en esta vez no fueron tomadas en cuenta y cuya ausencia se dejó sentir.

En realidad, fue producto de un trabajo intenso que desarrolló la Liga de Básquetbol de ese entonces. Declaraciones de las jugadoras nos refieren que el presidente don Heraclio Tapia León no las dejaba descansar en todo el año, haciendo torneos sucesivos y jugando todas las semanas. También tuvo mucho que ver el gran trabajo de preparación realizada por los profesores Favaratto y Shiggio.

No es la evocación de un triunfo moral si no es el reconocimiento de una actuación deportiva ejemplar, sin precedentes en el básquetbol femenino nacional, que a más de cincuenta años sigue acrecentándose invitando a superarla.

Nuestros años infantiles se unen a esas horas junto al inefable reconocimiento de los días presentes.


FOTO ALBUM NORA LAZO


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